La construcción de la Ciudad Deportiva de San Jorge constituye el primer edificio cero emisiones de Pamplona y demuestra que su existencia y mantenimiento es posible. El Consistorio pamplonés persigue otros fines ambientales como el freno de la demanda y la reducción del consumo energético de la ciudad.

El área de Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Pamplona y la empresa adjudicataria TYM Energía plantean como objetivo conseguir el diseño de edificios municipales con cero emisiones y bajo consumo energético además de fomentar el uso de energías limpias. De forma secundaria, se pretende también servir de ejemplo para futuros proyectos de creación de edificios sostenibles. Para ello se dispuso de subvenciones estatales.

Las instalaciones disponen de un sistema de control y gestión centralizados que minimiza gastos y mejora la supervisión. Para llevar a cabo la estrategia se ha tenido en cuenta criterios y recursos medioambientales y de sostenibilidad: aprovechamiento solar, instalaciones para energía solar térmica y fotovoltaica…Se han diseñado de forma sostenible los patios interiores y la luz natural, las fachadas y sus sistemas de adecuación térmica, la racionalización del consumo de agua caliente sanitaria, los equipos de climatización independientes y sistemas de regulación del flujo luminoso.

Se han instalado sistemas de alto rendimiento energético como una bomba de calor, una caldera de biomasa, energía solar térmica para la producción de agua caliente y calentamiento de la piscina. Este lugar también dispone de energía solar fotovoltaica conectada a una pantalla de visualización de datos situada en el hall del edificio.

Además de facilitar un espacio amable que facilita la relación social y la práctica deportiva, la Ciudad Deportiva es un área que fomenta el uso de las energías limpias: concentra cuatro tipos diferentes de energías renovables aportando una función educativa y didáctica en la sociedad y sirviendo de ejemplo para futuros proyectos. El resultado de este proyecto es un edifico de Cero emisiones y calificación energética A.

El pasado día 9 de mayo, en la onceava sesión del grupo de trabajo del IPPC (Intergubernamental panel del cambio climático) de las N.U. se aprobó por parte de los representantes de ciento noventa y cuatro estados con la fórmula de  párrafo a párrafo un sumario para “policymakers” que es el preámbulo de una publicación concreta del informe sobre energías renovables y cambio climático que se presentará el próximo 31 de mayo.

 El informe tiene en cuenta los aspectos científicos, tecnológicos, medioambientales, económicos y sociales de la contribución de 6 conjuntos de tecnologías de energías renovables: bioenergía , energía solar, energía geotérmica, hidráulica, energía del océano y energía eólica.

 Todo ello en relación a las políticas de mitigación del cambio climático en la actualidad y en las perspectivas temporales del año 2030, 2050 y después. Todo ello a nivel de todo el planeta.

 Actualmente y a nivel mundial el suministro de energía primaria procedente de todas las energías renovables es un 12,9 % del total mundial, pero según el estudio pueden llegar a ser de un 43 % en el año 2030 y un 77 % en el 2050. Todo ello dependerá de las políticas que se empleen, ya que se afirma que técnica y económicamente estas posibilidades son del todo factibles a unos costes estimados del 1% anual del PIB mundial, dadas las posibilidades de utilizar economías de escala para bajar sus costes.

 El estudio determina que la potencialidad de las energías renovables a nivel mundial son suficientes a las necesidades presentes y futuras ( con algunas limitaciones que especifican) del desarrollo humano con criterios de desarrollo sostenible .

 Como ejemplo del estado de desarrollo actual de las energías renovables a nivel mundial, cita que durante los años 2008 y 2009 el 46 % de todas las capacidades de las instalaciones nuevas de generación de electricidad en el mundo se han realizado con energías renovables.

 A nivel mundial y en términos de energía primaria, el reparto por tecnología y fuentes durante el 2008 fueron: petróleo 34,6%, carbón 28,4 %, gas natural 22,1 %, energías renovables 12,9 % y energía nuclear 2%.

 Es un estudio que a mi entender va a tener una gran importancia a efectos de diseñar las políticas mundiales sobre la energía en el mundo en los próximos años  ya que apuesta de una manera clara y decidida por un sistema energético mundial donde las energías renovables tendrán un papel decisivo y relevante tanto como los sistemas de ahorro energético y de eficiencia en la producción y consumo de la energía en todas sus formas. 

En septiembre del año 2005 el IPPC aprobó en Montreal unos de sus informes especiales sobre la captura y el almacenamiento de carbono que en pocos años ha abierto unas posibilidades reales a esta tecnología que hoy día está siendo ya probada a nivel comercial. 

Es de esperar que este  informe, sea un paso importante a nivel mundial para el desarrollo de todas las energías renovables ya que determina de manera inequívoca la necesidad de su expansión para mitigar el cambio climático y cuando se publique continuaré comentándolo.

José Enrique Vázquez (BioQuat )

Seguramente uno de los grandes retos del siglo XXI será la capacidad de los Estados para  mantener una seguridad del suministro energético compatible con una sostenibilidad ambiental y económica. Es un verdadero reto energético. En los últimos 100 años nuestra disponibilidad energética y el crecimiento económico han sido posibles, en gran medida, por el uso de la energía fósil. Energía abundante, de fácil disponibilidad, transporte y barata. Pero la situación actual, demostrada de forma irrefutable por los científicos, obligan a una intervención urgente.

Las últimas investigaciones han confirmado la realidad del cambio climático global y hay una clara evidencia que las previsiones iniciales se están acelerando. El sector energético es el responsable del 80 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Es un impacto muy significativo pese a los esfuerzos en mejorar la eficiencia energética en la producción de electricidad y calor,  añadiendo la participación, modesta, de las fuentes de energías renovables. Las alternativas y modelos son discutibles, desde planteamientos basados en 100% de energía renovable, modelos de electrificación del transporte, generación eléctrica nuclear o el confiar en nuevas fuentes – vectores energéticos en desarrollo.