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Durban (II): El protocolo de Kyoto

Jueves, 2 de febrero de 2012 Comments off

Al inicio de la conferencia de cambio climático en Durban del pasado diciembre, el futuro del segundo período del cumplimiento del Protocolo se presentaba muy incierto.1074744_43404170

Por un lado estaban los EE.UU. que continuaban, y continúan, afirmando que no quieren saber nada sobre el Protocolo ni sobre nada que se le parezca y que para ellos lo mejor es olvidarse del mismo. (Cabe recordar que ellos fueron uno de los países que lo propuso y diseñó en Kioto el año 1997, pero esto ya es otra historia….)

Por otro lado Canadá ya anunciaba el primer día de la conferencia que pretendía irse del mismo como forma de presionar en la negociación sobre un futuro periodo de cumplimiento, así mismo Japón y Rusia también anunciaron que no entrarían en un posible segunda parte del Protocolo.

Las razones de todos ellos eran que el actual Protocolo de Kioto solo obligaba a algunos países desarrollados a realizar emisiones de sus emisiones pero que ello no afectaba a países emergentes y a actuales competidores en un mercado global como son China, la India, Brasil…

Las negociaciones de los 15 días de la conferencia sirvieron para poner sobre la mesa estas cuestiones, y algunos actores de la negociación se empeñaron para que este tema saliera adelante dentro de un paquete de resultados de Durban más amplio y equilibrado.

Por un lado los países africanos en su conjunto, con el país anfitrión Sudáfrica a la cabeza, no querían que África fuera el lugar del entierro definitivo del Protocolo.

Los países más pobres del planeta (49) estaban  juntos defendiendo la continuidad del Protocolo, así como los pequeños estados insulares, ya que a todos ellos les interesa la continuación del único acuerdo global con limitaciones cuantificadas y definidas para los países desarrollados.

La Unión Europea estaba dispuesta a apoyar el segundo periodo del Protocolo a partir del 1 de enero de 2012 con ciertas condiciones, entre ellas, el compromiso global de reducción de todos los países con una hoja de ruta definida.

El grupo BASIC (China, India, Brasil y Sudáfrica) quería un segundo periodo del Protocolo como condición necesaria para cualquier otra negociación más global.

Así las cosas, los actores jugaron sus estrategias y tácticas básicamente presionando para que el resultado final fuese el deseado para cada uno de ellos, y la experiencia no dice que los intereses del planeta se tienen en cuenta en tanto en cuanto no perjudiquen gravemente los objetivos e intereses de cada grupo negociador.

La cuestión del Protocolo se convirtió en una parte del futuro paquete final de Durban y fue en la noche del último día de las negociaciones, cuando junto a otros importantes conclusiones, el segundo periodo fue finalmente aprobado por todos.

El acuerdo supone que el segundo periodo del Protocolo de Kioto comenzará el 1 de enero de 2013 y finalizará el 31 de diciembre de 2017 o de 2020 según se acuerde en la próxima COP 18 en Qatar.

El nivel de reducción agregado de todos los países que se comprometan a cumplirlo estará entre el -25 % y el -40% de las emisiones del año 2020 en base a las del año 90.

El Protocolo se salva, y con él sus herramientas de funcionamiento (los mecanismos llamados de flexibilidad) y el posible establecimiento de un mercado internacional de derechos de emisión, pero en la práctica estarán pocos países con una emisiones a nivel mundial no significativas (aproximadamente un 15%) para influir en la reducción efectiva a nivel mundial.

Lo importante de Durban ha sido el que no se haya enterrado el Protocolo y que al mismo tiempo exista un compromiso de todos (desarrollados y emergentes) para negociar un nuevo acuerdo global hasta el 2015 para entrar en vigor el 2020 con reducciones significativas de todos (se verá después cual es el reparto de cada estado) para el 2050.

Como se ve faltan importantes detalles del proceso pero en principio existen una nueva hoja de ruta parecida a la de Bali (2007) que no dio sus frutos en Copenhague (2009) pero esta vez es más realista y están implicados también los países emergentes.

Canadá al finalizar la conferencia confirmó sus intenciones y a denunciado el Protocolo para no tener que cumplirlo, ello es la prueba fehaciente de que las obligaciones continuaban y de que algunos no estaban por la labor.

Canadá ha invocado el artículo 27 para salir del Protocolo pero que como muy bien dice dicho artículo los efectos jurídicos de la renuncia son efectivos al año de que las Naciones Unidas hayan pedido formalmente la petición.

Así, hasta el diciembre de 2012, Canadá está formalmente dentro del Protocolo que ratificó el año 2005.

Existen en este momento diferentes criterios sobre lo que realmente significa la salida del Protocolo por parte del Canadá.

Unos dicen que ello implica que no le afectan el nuevo periodo de cumplimiento ( 2013 a 2017 o 2020). Pero que si le obligan a cumplir sus compromisos del primer periodo (2005 a 2012).

El actual gobierno del Canadá afirma que al pedir la salida, ahora, (diciembre de 2011) le exime del cumplimiento de sus compromisos actuales (2008-2012) y los futuros .

Yo, personalmente creo que este será uno de los importantes temas a tratar en el comité de cumplimiento del Protocolo que se deberá discutir en la próxima reunión del mismo en junio o diciembre de este año.

La posición del actual gobierno del Canadá en el contexto de la lucha contra el cambio climático es muy controvertida, ya que una de las razones por la que sus emisiones han aumentado en los últimos años es debido a la explotación de sus arenas bituminosas como nueva fuente de extracción de petróleo no convencional. Todo ello con las importantes afectaciones en los sistemas forestales, los recursos hídricos y las emisiones de CO2.

En resumen el actual Protocolo es el único que tenemos en estos momentos a nivel global con carácter vinculante para algunos países y es bueno que así sea, hasta que pueda ser sustituido por un acuerdo más ambicioso y en el que estén todos los estados.

En Durban esto se hizo posible y debemos alegrarnos de ello, sobre todo porque fue la Unión Europea uno de los grandes actores de la dura negociación que lo hicieron posible.

 José Garriga Sala
Economista y experto en cambio climático 

La situación actual de las negociaciones internacionales sobre cambio climático (junio 2011)

Lunes, 11 de julio de 2011 Comments off

Durante los pasados días 6 al 17 de junio ha tenido lugar en Bonn la conferencia anual de las Naciones Unidas , en este caso la intermedia entre la conferencia de las partes de Cancún del pasado diciembre y la próxima que se celebrará en diciembre de este año en Durban (Sudáfrica).

 

Básicamente esta reunión tiene un carácter técnico y metodológico sobre temas que se debaten y se proponen para ser aprobados o postergados en la reunión plenaria siguiente.

 

Sin embargo desde hace unos años también sirve para que se reúnan los grupos de trabajo sobre el futuro del protocolo de Kyoto (sin los EE.UU.) y el de la cooperación bajo la convención del cambio climático (con los EE.UU) aquí es donde la negociación tiene un sentido más táctico y estratégico a la vez.

 

A mi entender, esta última reunión ha servido para que se pongan sobre la mesa las cuestiones básicas que deberán ser tratadas en Durban (preparación del paquete Durban) .

Las posiciones actuales de los principales actores  de la negociación son:

 

1.-La Unión Europea continúa con su política interna de lucha contra el cambio climático (paquete energía y clima), y su proceso de consolidación de su mercado interno de derechos de emisión con el método de subastas como principal base de asignación de los mismos. Continua con su objetivo del 20% de reducción pero no da el paso al 30% porque no ve, de momento, los esfuerzos comparables y compartidos por otros países desarrollados ( EE.UU) ni un avance significativo en los esfuerzos de las economías emergentes (China, India, Brasil…).

Europa quiere avanzar pero no sola, ni a costa de perder competitividad a nivel internacional. Algunos países quieren avanzar más, pero otros no lo ven posible en estos momentos.

2.- Los EE. UU. tienen dos niveles de posicionamiento: El presidente Obama y el gobierno federal, solo podrán cumplir, con dificultades, sus actuales compromisos (reducción de un 17 % de las emisiones norteamericanas con base a la del año 2005) lo que es totalmente insuficiente para lograr a nivel global una reducción de emisiones suficiente para conseguir el objetivo de no pasar de los dos grados de aumento de la temperatura global del planeta.

Obama ha priorizado los temas de la crisis financiera, la sanidad y la inmigración en su primer período de presidencia y el desgaste inherente a estos temas tan conflictivos ha provocado una reacción en la oposición republicana que ha imposibilitado la aprobación por parte del Senado norteamericano de las leyes domésticas de lucha contra el cambio climático.

En estos momentos el presidente Obama y su gobierno federal aunque quisieran no podrían prometer más, ya que en política exterior el Senado tiene la última palabra y los republicanos tienen una mayoría suficiente para entorpecer las iniciativas gubernamentales.

A nivel de los estados de los Estados Unidos ( California y muchos otros), la política contra el cambio climático continúa su andadura pero con algunas dificultades de coordinación y puesta en marcha.

3.- Canadá, Japón y Rusia han declarado de manera muy clara en Bonn que no están dispuestos a asumir nuevos compromisos vinculantes de reducción de sus emisiones para una nueva fase del Protocolo de Kyoto (después de 2012) en las actuales circunstancias.

Creo personalmente que es una estrategia para negociar mejor y presionar a los países en desarrollo a que asuman parte de sus esfuerzos.

3.- El grupo Básic (Brasil, China, India, Sudáfrica) continúa pidiendo el compromiso de reducción vinculante de los países desarrollados pero ellos solo quieren comprometerse a hacer lo que ellos decidan y siempre a cambio de ayudas internacionales.

En la práctica y en el caso de China, creo que lo que se pretende es ganar tiempo para así desarrollarse internamente, aún a pesar de aumentar sus emisiones, las que después pretenderá reducir siempre con ayuda internacional.

4.-El resto de países, básicamente poco desarrollados y muy vulnerables piden mayores decisiones en el nivel de reducción de las emisiones y exigen una mayor urgencia en el proceso, así  presionan para que el proceso avance, pero no tienen el suficiente  poder para ser efectivos en sus pretensiones.

En Bonn se ha avanzado en temas metodológicos importantes, como pueden ser, entre otros, los temas relacionados con los NAMA (Nationally Aprópiate Mitigation Action) y los NAPA ( National Adaptation Programe Action) y el REED + sobre los bosques y el cambio climático en los países en desarrollo.

En resumen se avanza pero muy lentamente y no lo suficiente para reducir globalmente las emisiones y debemos recordar que estas han aumentado de manera global durante el pasado año 2010 incluso a pesar de que algunos países continúa en crisis en su economía real.

Josep Garriga Sala
Economista. Experto en Cambio Climático

La conferencia de Cancún sobre el cambio climático

Miércoles, 22 de diciembre de 2010 Comments off
Josep Garriga.
Economista. Experto en Cambio Climático.

Se esperaba poco de esta reunión, dado el precedente de la de Copenhague

Cristiana Figueres en la COP16 de Cancún

Cristiana Figueres en la COP16 de Cancún

del año pasado, pero al final de 15 días de intensas negociaciones se ha conseguido avanzar dentro del marco de las Naciones Unidas, hacia un posible acuerdo, a nivel mundial, sobre cambio climático con compromisos vinculantes por parte de todos los estados en los próximos años, (posiblemente no menos de dos a tres años).

 La confianza entre los países desarrollados por una parte y los considerados en vías de desarrollo (China, India, Brasil, Sudáfrica) y los países más pobres y más vulnerables (entre ellos los africanos y los estados que son pequeñas islas), se ha recuperado en gran parte gracias a los buenos oficios del país anfitrión,  México, y a la eficaz mediación de las Naciones Unidas, sobre todo por parte de la nueva Secretaria Ejecutiva de cambio climático, Sra. Dña Cristiana Figueres .

 Los “observadores” de la negociación: Universidades, Centro de Investigación y científicos, gobiernos locales y regionales, sindicatos, grupos ecologistas, grupos indígenas, grupos religiosos, representantes del entorno empresarial,  de los mercados financieros e instituciones aseguradoras, han tenido un papel más importante en Cancún que en las últimas reuniones de negociación sobre el cambio climático.

Los acuerdos de Cancún, en forma de un paquete de decisiones, todas ellas interrelacionadas, tienen como denominador común, la voluntad de avanzar hacia un acuerdo futuro que deberá concretarse en Durban (Sudáfrica) el próximo año y que ha sido aprobado por todos los estados del mundo (193) con el voto desfavorable de Bolivia que ha constado en el acta final, pero que no ha servido de veto al acuerdo de ámbito mundial.

Lo que no pudo aprobarse en Copenhague en el marco de las negociaciones oficiales de las Naciones Unidas y un poco más, se ha aprobado en Cancún.

El acuerdo político de Copenhague es ahora un paquete más completo que está avalado dentro del acuerdo marco de las Naciones Unidas, contra el cambio climático, que tienen su origen en la Conferencia sobre la Tierra del año 1992 en Río de Janeiro.

Es importante remarcar, entre muchos otros, los siguientes aspectos:

  • Las tecnologías del carbón de manera que su efecto sobre el cambio climático sean menos desfavorables, conocidas como, captura y almacenamiento de carbono “Carbono limpio”, se han convertido en una metodología que entra entre las comprendidas en los mecanismos de flexibilidad del protocolo de Kyoto, conocidas como mecanismos de desarrollo limpio, ello supone en la práctica, dar un espaldarazo definitivo a la expansión comercial de dichas tecnologías.
  •  Los programas de reducción de la deforestación (REDD+) reciben un tratamiento especial con planteamientos de compensaciones incentivadas y mecanismos de financiación adecuadas al menos en una primera etapa de puesta en marcha en muchos países no desarrollados, todo ello relacionado con metodologías de reducción de pérdida de la biodiversidad.
  •  Se ha reafirmado y concretado el paquete financiero a corto plazo (30 mil millones de dólares para los años 2010 a 2012) y a medio plazo ( 100 mil millones de dólares para el 2020) que se gestionarán y controlarán de manera provisional bajo la dirección del Banco Mundial y del GEF ( Instrumento de Gestión de las Naciones Unidas relacionadas con Fondos Ambientales).
  •  La creación de un Comité Tecnológico dentro de una red de redes tecnológicas, a nivel mundial que debe facilitar de manera efectiva la transmisión de conocimientos tecnológicos para una economía baja en carbono a nivel mundial, con fondos propios para su funcionamiento.

 Se puede decir que se ha conseguido avanzar, aunque poco, hacia el acuerdo necesario y conveniente para conseguir que el clima, a nivel mundial, no se caliente más de dos grados de promedio sobre los existentes antes de la Revolución Industrial, reconociendo que el esfuerzo debe ser de todos, aunque de manera diferenciada y en el marco de una acuerdo global dentro de las Naciones Unidas.

 También se ha reconocido el papel clave, de las empresas y sectores privados, como complemento necesario a las acciones públicas de los gobiernos de todo el mundo.

 El reconocimiento explícito, hacia la necesidad de avanzar en una economía baja en carbono, donde todas las tecnologías tienen cabida, es un avance significativo, sobretodo porque es un acuerdo global que da un claro signo de dirección a seguir a las empresas de todo el mundo que quieran continuar siendo competitivas en un mercado mundial durante los próximos años.

HSBC publica su encuesta anual sobre cambio climático

Viernes, 5 de noviembre de 2010 Comments off
El HSBC publica anualmente desde 2007 los resultados de una encuesta en la que se estudia entre otros climate-confidence-monitostemas la percepción de los consumidores sobre el cambio climático, entre otros temas. En los resultados publicados este año el informe muestra al cambio climático como la principal preocupación del público frente a temas como la estabilidad económica global, el terrorismo, la pobreza, o la violencia.

Es destacable la creciente preocupación por el asunto y el importante descenso sobre el optimismo a la hora de afrontar esta situación, posiblemente producido por los resultados de la cumbre de Copenhague y las bajas expectativas frente a lo que se espera que ocurra en Cancun-México. Si se analiza por país, existe una gran preocupación en China, México e India, frente a la poca importancia que aprentemente le dan los ciudadanos de Australia, Japón, USA o UK. Y aún más, mientras los primeros son aun optimistas sobre las posibilidades de detener el cambio climático, el otro grupo considera que no hay nada que hacer, quizá porque no consideran que ese no es un problema importante. De otro lado también hay una diferencia entre los extremos respecto del rol del estado y de las empresas. En la India hay menos confianza en lo que pueden hacer las empresas y se cree que el estado y otras organizaciones pueden actuar de mejor manera, mientras que en Francia se piensa todo los contrario.

Descargar informe

 

 

 

¿Como está el proceso de negociaciones internacionales sobre cambio climático en este momento?

Jueves, 30 de septiembre de 2010 Comments off
Josep Garriga Sala
Economista. Experto en Cambio Climático.
Después de la COP 15 de Copenhague y su acuerdo político “in extremis” entre USA, China, Brasil, India, y Sudáfrica a la que después se adherieron la Union Europea, Japón, Canadá, y casi la totalidad de los países del mundo, el proceso se ha ralentizado ya que no fue posible o no se quiso llegar ,en aquel momento, a  un acuerdo global y vinculante a escala mundial.
 
La Unión Europea ha seguido su proceso iniciado el 2008, con su plan 20+20+20 para el 2020 formado por el paquete “energía clima”con una autorregulación de sus emisiones de -20%, que no se ha concretado de momento en el -30% dada la situación de las negociaciones a nivel mundial y las reticencias de ciertos estados europeos a continuar aumentando las medidas de reducción internamente en Europa de manera unilateral, más allá de lo ya prometido.
 
La crisis financiera y de la economía real también influyen en el ritmo de las negociaciones sobre cambio climático.
 
Las Naciones Unidas han realizado, como estaba previsto en los últimos acuerdos de Copenhague, tres encuentros de negociación en Bonn, los pasados meses de Abril, Junio y Agosto, con el resultado actual de tener sobre la mesa un texto de negociación muy extenso y con múltiples posibilidades, no todas ellas compatibles entre si.
 
El tema financiero, clave en toda la negociación fue debatida en una reunión informal convocada por Suiza y México el pasado 2 y 3 de septiembre en Ginebra, donde se puso el énfasis en la necesidad de movilizar tantos recursos públicos, como procedentes del sector privado.
 
China se ha ofrecido a organizar en Tianjin el próximo 4 de octubre la última reunión preparatória de la Conferéncia de las partes, COP 16, que se celebrará el próximo Diciembre en Cancún (México), es una buena notícia que este importante país se quiera implicar directament en el proceso negociador, pero no es suficiente.
 
Los Estados Unidos están a punto de celebrar el próximo Noviembre unas elecciones domésticas que afectarán a 1/3 de los Senadores del país, precisamente donde está encallado el proceso de aprobación de una legislación doméstica sobre energía y cambio climático.
 
Las encuestas pronostican un aumento del voto para el partido repúblicano, lo que en principio parece no beneficiar el proceso de aprobación de esta ley norteamericana tan necesaria para dar seguridad y continuidad al proceso de negociación internacional.
 
La nueva directora ejecutiva del convenio sobre cambio climático de las Naciones Unidas Sra. Christiana Figueres, pronostica la posibilidad de un acuerdo a escala global sobre cambio climático para dentro de tres años, su método de trabajo se basa en ir paso a paso y sin detenerse, pero con la convicción que el proceso es irreversible.
 
Mi opinión personal es que la negociación será un proceso dificil y complicado, dada la falta de confianza entre algunos actores, con altas y bajas, con periodos de más  y menos presión, pero de todas maneras parece que es imparable y del todo necesario, ya que es un problema global que sólo puede plantearse y solucionarse con acuerdos vinculantes que afecten a todo el planeta.

The american power act

Jueves, 20 de mayo de 2010 Comments off

green powerJosep Garriga

Economista y experto en  Cambio climático.

 

Las posibilidades de un avance significativo de las negociaciones internacionales sobre cambio climático después de la pasada Conferencia de Copenhague, están estrechamente  vinculadas al avance en las políticas domésticas sobre cambio climático en los EE. UU. dado que en materia de  tratados internacionales las competencias según la Constitución Norteamericana están en su  Senado.

 

El pasado año, una propuesta de ley sobre cambio climático pasó una votación de manera muy justa en la Cámara de los Representantes pero al llegar al Senado ha quedado bloqueada, el motivo es que, algunos Senadores no ven posible que pueda superar la “mayoría de bloqueo” que representan 60 Senadores del total de los 100 que forman el Senado

 

Los Senadores J. Ferry (demócrata) y Joe Lieberman ( independiente) y Graham (republicano) han estado preparando un nuevo texto susceptible de tener los votos necesarios para ser aprobado por el Senado.

 

Sin embargo el pasado mes, el republicano Graham se descolgó del proceso por las diferencias de criterio con el Presidente Obama que pretendía priorizar una legislación sobre inmigración de manera prioritaria a la legislación sobre Energía y Cambio climático.

 

Los acontecimientos sobre polución del mar y de las costas debidas al vertido de petróleo por parte de una plataforma petrolífera de BP delante de las costas de Lousiana han modificado sustancialmente la posición de la opinión pública sobre las fuentes energéticas y puesto en primera línea de preocupación gubernamental tanto a nivel federal como estatal los temas energéticos.

 

Aprovechando esta coyuntura, que creen  favorable, los Senadores Kerry y Lieberman han presentado, el 11 de mayo pasado,  un proyecto de ley para ser discutido de manera conjunta en la Cámara de Representantes y el Senado con la pretensión de que pueda ser aprobado antes que finalice este año. Este proyecto de ley, de casi mil páginas, introduce algunas novedades significativas a los intentos precedentes que intentan favorecer y equilibrar las posiciones tanto del actual gobierno de Obama como del partido republicano necesarias para que la ley sea aprobada en el Senado.

 

Entre estas cabe destacar las siguientes:

a)    Establece incentivos con condiciones al desarrollo de la Energía Nuclear.

b)    Posibilita el veto de los Estados a la instalación en sus costas de plataformas petrolíferas a menos de 120 Kms,  y al mismo tiempo les ofrece por primera vez el 37,5% de los posibles ingresos fiscales.

c)    Establece un programa doméstico e internacional sobre proyectos de compensación de emisiones. (Offset).

d)    Establece criterios técnicos y una estrategia nacional sobre captura y secuestro de carbono.

e)    Confirma la oferta de limitación global de las emisiones de los EE.UU. ya ofrecidas por Obama en Copenhague ( -17 % en 2020 y -83% en 2050 siempre sobre la base de las emisiones del año 2005).

f)     Da una gran importancia a las actuaciones de la agricultura y de los bosques en temas de mitigación y adaptación  con estímulos económicos adecuados.

g)    Establece un modelo federal de mercado de derechos de emisión ( Cap and trade) pero al mismo tiempo establece limitaciones a las posibilidades de especulación en los mercados de carbono.

h)   Concede potestades de actuación a los Estados Norteamericanos, algunos de ellos muy activos en los últimos años, como es el caso de California y otros.

i)     Propone medidas de protección a los ciudadanos menos favorecidos para compensar los incrementos de costes energéticos.

j)     Promueve las energías renovables y las de bajas emisiones (gas), el transporte más limpio y eficiente y de manera especial , los vehículos eléctricos.

 

En general tiene el apoyo de importantes grupos del mundo de los negocios y de la energía, como pueden ser las Cámaras de Comercio, las Asociaciones de Agricultores y algunos Grupos Eléctricos y del sector del Gas y del Petróleo.

 

El Sindicato del Acero, el más importante del país, también le da apoyo, algunos grupos ecologistas lo ven como un paso adelante y otros lo critican abiertamente por falta de ambición y el tema del apoyo  nuclear.

 

Se puede concluir que es un proyecto de ley que podría pasar las votaciones en el Senado, pero que en la actualidad tiene aún muchos retractores entre los Senadores Republicanos.

 

De todas maneras, de su estudio en profundidad se puede a

 

 

 

 

 

 

Los Estados Unidos y el Cambio Climático

Jueves, 18 de marzo de 2010 Comments off

Josep Garriga.

Economista, Experto en Cambio Climático

Obama en Copenhague

Obama en Copenhague

 

El cambio de presidencia ha representado un cambio significativo en la política del gobierno federal de los Estados Unidos.

Obama reconoce plenamente que el cambio climático es el mayor problema medio ambiental a escala global con grandes interacciones en las políticas energéticas, del agua, de la alimentación, de gestión de residuos naturales y geoestratégicas.

Pero a veces querer no es poder, al menos de manera inmediata.

En política de cambio climático a nivel internacional Obama ha pretendido y conseguido ganar tiempo, no condicionar las decisiones del Senado norteamericano y llegar a un acuerdo de mínimos, no vinculante, con algunas potencias emergentes el pasado diciembre en Copenhague.

Pero el verdadero problema está en la política doméstica de cambio climático a nivel federal.

Estados Unidos no dispone hoy de una legislación propia a nivel federal que le capacite para tener un liderazgo a nivel mundial.

Si tiene una importante y extensa política de cambio climático a nivel de algunos estados y ciudades y como muestra un botón: California es una de las regiones del mundo, más activas en temas de cambio climático.

Pero la última palabra en la aprobación de un acuerdo vinculante para Estados Unidos a nivel mundial sobre cambio climático lo tiene el Senado de los Estados Unidos, no el Presidente.

Debemos recordar que el Protocolo de Kyoto propuesto y firmado por Al Gore, como Vicepresidente, siendo Clinton Presidente, nunca se llegó, ni siquiera a presentar al Senado para su ratificación, ya que el Presidente sabia a ciencia cierta que sería rechazado tal como estaba redactado.

La Cámara de los Representantes ha aprobado de manera muy justa pero suficiente un proyecto de Ley “ The American clean energy and segurity act”, durante el pasado 2009, donde hay que hacer notar que lo del cambio climático no sale explícitamente en su enunciado.

Pero se debe pasar la propuesta por el Senado para que pueda entrar en vigor y allí el Presidente Obama no tiene las cosas muy favorables, sino todo lo contrario.

Como prioridad política actual están los temas relacionados con la extensión de la red de Salud Pública y la gestión financiera de la crisis actual, el tema climático, es el tercero, como mínimo, en priorización legislativa.

Sin embargo, últimamente los Senadores John Ferry, Joseph I. Lieberman y Lindrey O. Graham. han anunciado que presentarán una nueva propuesta de posible consenso que puede tener el apoyo de la mayoría de Senadores y no implique el bloqueo de una mínima parte de ellos ( 40 senadores) del total de los 100 que forman el Senado Norteamericano.

Existen otras posibles vías que más adelante os intentaré explicar.